CABEZA
¡Cabeza! es la que no tuvo el equipo el domingo para manejar un partido que estaba definido. Ya que Boca había sacado una ventaja de dos tantos cuando moría el primer tiempo. Pero entre los últimos instantes de la primera etapa y el cuarto de hora inicial del complemento nos comimos tres goles (uno anulado por offside), echaron al DT por salir tarde del vestuario y a Clemente por increpar al árbitro (flor de turro ese Pezzotta, pero no viene al caso). La cuestión es que se jugó la última media hora con un tipo menos y el partido terminó empatado en dos tantos. Claramente se perdieron dos puntos. Lanús no hizo ningún mérito, fue todo "desmérito" propio, falta de viveza para cerrar el
primer tiempo con la diferencia de dos goles y poca inteligencia en el segundo para manejar la pelota, cosa que con un Román inspirado y un equipo que acompañe suena bastante sencillo.
¡Cabeza! es la que usa el rival para ganarnos los partidos: Fluminense, Independiente y ahora Lanús se aprovecharon de esta repentina debilidad en el juego aéreo. Esa fortaleza y seguridad que emanaba el fondo xeneize se esfumó de un momento para el otro. En el primer gol estaba toda la defensa desordenada y apareció Pavone, sí, ese delantero fracasado, yeta, gallina y de la B para descontar. Minutos más tarde Insaurralde pierde la marca en un corner, Orión sale a cortar un centro con estilo Lucchettiano y Goltz solito clava un frentazo para el empate de los sin gas y sin luz.
¡Cabeza! es la tiene Román, que como ayer le escuché decir a alguien, pareciera tener un gps en la pierna derecha, el tipo direcciona todas las pelotas de una manera increíble. Toma las mejores decisiones, juega y hace jugar. El problema es que esto no es tenis, esto es fútbol, y se juega con 11. Y si esos otros 10 están boludeando se hace muy difícil. A la defensa ya la atendimos en el párrafo anterior y en la delantera Mouche se confunde hasta cuando hace un gol (tiró un centro y la clavó en el ángulo).
Hasta hace algunas semanas Boca no paraba de ganar, era una máquina. Bueno, ahora esa máquina tiene un par de fallas, algunas hay que ajustarlas, otras habrá que cambiarlas. Pero no desconfimos de esta estructura que tantas alegrías nos dio el año pasado. Como dije hace una semana, acá no ha pasado nada. Seguimos con pie firme en las Copas y estamos ahí nomás de la punta, segundos no está tan mal... ¿o no? ¿qué opinan en Núñez?
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE