Mucho se habló, mucho se dijo
durante la semana previa a uno de los clásicos más importantes del país, y uno
de los pocos que quedan en primera división.
La presión insostenible de la
espera de 90 minutos de futbol, las idas y vueltas de los planteles, las
especulaciones acerca de todo y todos hablando de esquemas tácticos, de cambio
obligados, de que los guardamos al dope a Paulo Rosales, que Barrales no le
hace goles ni al arco iris, la agonía de
los quinientos y pico minutos sin goles (¡sin goles!, ¡sin ese orgasmo
vocal que es la esencia del futbol!) la derrota injusta con el pirata que le agregó más incertidumbre todavía a este parto, digo partido que era el clásico numero 80 de mi ciudad, y los primos socarrones, agrandaditos como siempre y con sed de venganza (¡ hermoso 28 de agosto!).
vocal que es la esencia del futbol!) la derrota injusta con el pirata que le agregó más incertidumbre todavía a este parto, digo partido que era el clásico numero 80 de mi ciudad, y los primos socarrones, agrandaditos como siempre y con sed de venganza (¡ hermoso 28 de agosto!).
Las ganas de salir de malas,
justo en este partido. Las ganas de dejar explotar ese gol que se venía
atragantando en mi garganta, y en las gargantas de la mayor parte de la
provincia. Las ganas de salir de malas. Las ganas de verlos irse por calle
Pujato con la cabeza gacha, rápido y esconderse en el sur de la ciudad. Las
ganas de salir por Boulevard cantando y saltando y gritando por el tatengue, de
llevar en mi corazón a una fiesta.
¨ Se juega en la cancha, se gana
en la tribuna¨ fue la consigna que se disparó en las redes sociales, donde
miles de unionistas se dan cita a diario para recordarlos lo lindo que es ser
de UNION. La movida llevo a un banderazo de apoyo, más de tres mil almas armando
un carnaval, como todo carnaval con alegría
y expectativa y para mostrarles a
los jugadores que la gente estaba, el apoyo está, que estaba todo listo y que
sólo faltaba que pongan lo que hay que poner para salir de malas.
Se jugó en la cancha.
Los primos sin nada se pusieron
en ventaja. El primer tiempo terminó 0-2. Calentura más allá de los 50 grados
que hacía en la tribuna. Nos fuimos al descanso pensando si Barrales tiene el
pecho de goma, que no puede parar una pelota, o en qué carajo estaban pensando los defensores en los goles, mirando a los
pececitos saltar arriba del alambrado (no parece que aprendan nunca), y
temiendo que las malas iban a ser peores.
Pero empezó el segundo tiempo…
La hinchada tocada en su orgullo dejo mudos a
los silbadores, el equipo tomó nota de eso y sacando a relucir los huevos
grandes como la pasión de los hinchas
salieron a comerse la cancha, vamos que se puede, vamos que ya viene, falta
mucho y de golpe ese grito atragantado más de 700 minutos estallo en un
GOOOOL!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Para el infarto JARA para eso te
trajimos y si en 700 minutos no hacíamos un gol sólo faltaba que con huevo y
frente a los primos dejemos la sequia y en 5, si en 5 minutos apareció el
uruguayo santafecino de corazón COTO CORREA y con la testa nos secó las
gargantas porque saltó y ¡!!!!GOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLL!! ¡GOOOOL! Grande
TATE de mi vida, que grande Unión.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TATENGUE
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TATENGUE