Tal como veníamos anticipando, Independiente sufre un déficit de planificación y organización total. Cuyo principal responsable, lógicamente, es Ramón Ángel Díaz.
Del 4-3-3, Maxi Velázquez de lateral izquierdo, Parra como atacante trascendental, Fredes en la mitad del campo y Assmann entre las posibilidades, no quedó absolutamente nada. Hoy la táctica es 4-4-2, Maxi se fue enojado (con razón) a Lanús, el volante creativo (¡vaya si falta creación en el medio!) en el banco, el delantero ex Chaca con chances de irse a Chile y el arquero rubio muy relegado, también ofendido con el director técnico.
Existe un clima de incertidumbre y desorden que se refleja nítidamente en el verde césped. El equipo carece de solidez defensiva, es altamente vulnerable. En la mediacancha falta juego y asociaciones. Y en los últimos metros, las situaciones concretas de riesgo brillan por su ausencia.
Hablando de falta de juego, parecen ridículas las ubicaciones de Patito y Defederico como volantes por las bandas. Fue realmente increíble (a pesar de su valioso esfuerzo) ver al ex Huracán terminar en posición de lateral derecho defendiendo en reiteradas ocasiones. Claro, tanto él como Rodríguez tienen a cargo demasiado recorrido y, a la hora de crear e intentar alimentar a Núñez y Farías, las energías se acaban.
Es realmente triste y decepcionante ver al Rojo así. Ramón Díaz no muestra una planificación seria ni conocimientos futbolísticos sustentables y, como si fuera poco, el manejo de grupo siempre fue su materia pendiente. Es prematuro, pero con el riojano Independiente está condenado a deambular por la mitad de la tabla de posiciones a lo largo del primer semestre del 2012.
El tiempo lo dirá…
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO
ADELANTADO ROJO