30 MINUTOS PARA UN BAÑO DE REALIDAD
Dos meses pasaron desde la última derrota del Ciclón de local y con San Martín de San Juan. En el medio los partiditos de verano, las novelas de los refuerzos, los programas pedorros de deportes sin nada interesante para decir. Sin más, llega el día de empezar lo importante. Como todo hincha, con esperanzas renovadas. ¿En base a qué? Dios sabrá. Pero bueno, pasa siempre.
Bastó media hora para volver a la realidad. La misma del año pasado. Desastroso. Con la pena en el alma que esto me da, San Lorenzo da la sensación de que no puede ganarle a ningún rival. Ni soñar con ganarle a un equipo armado como Lanús. Hay jugadores que no entiendo puedan jugar en primera. Si un central sale a buscar un pelota y la pelota pica y le sobra, o marca con foul o agarrando la camiseta porque lo superan en velocidad. Eso te dice mucho. Encima después lo echan. ¿Sirve algo así en un equipo?
Entonces, el plantel entero no se puede cambiar. El técnico, sería la misma receta que con los tres anteriores. La dirigencia, venga quien venga esto está todo ya podrido. Por eso, el aire de resignación que se respira. Queda la gente que alentando puede contagiar. Eso es lo que se va a ver contra Estudiantes.
Lo importante es que mientras lo futbolístico se derrumba, el sueño de volver a Boedo se agiganta y el 8 de marzo seremos miles de cuervos en la Legislatura.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO