CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
Sessa: 7
Moreira: 3
Masuero: 4
Agüero: 4
Iriarte: 3
Encina: 4
Frezzotti: 4
Rinaudo: 3
Castro: 3
Córdoba: 4
Navarro: 4
Neira: 4
Aued: 4
Graf: 3
Las últimas imágenes del ciclo de Cocca en Gimnasia fueron escalofriantes. Una foto de la derrota en un clásico y una postal de un equipo perdido en lo más bajo de la tabla de posiciones.
La muerte era anunciada pero esa victoria contra Huracán en el Bosque sólo hizo estirar el desenlace. Diego sabía que estaba lejos de la solución y los jugadores sabían que lejos estaba Diego de aportar respuestas. Con esa desconfianza, con esa poca energía, con ese olímpico desgaste todo siguió su curso normal.
Está perfecto que se vaya porque la campaña fue mala y el cambio de aire se tornó una necesidad. Sin embargo, en este Lobo sin rumbo la duda es inmensa. ¿Hay plantel para salir adelante? ¿alguien tendrá la capacidad de dirigir este equipo?
Por supuesto que hay algo que Diego no se olvidó de decir. Como quien grita con impotencia la verdad a los cuatro vientos, volvió a ponernos de frente con la cruda realidad “Quiero ser recordado como un profesional que tomó el Club cuando nadie quería”. Eso también es verdad porque este Gimnasia es el de la lucha por no descender, el que mantuvo grandes deudas con los jugadores, el que despidió a un técnico en menos de quince días y el que se refuerza definitivamente mal.
Ahora viene Morant y es una incógnita cuánto durará en su cargo porque el horizonte todavía no existe. Lo cierto es que también hay culpa de los jugadores y estará en ellos lavarle la cara al presente porque seguramente en el vestuario de Quilmes, cuando Diego decidió partir, alguien o todos pudieron haber pensado “Un clásico no lo podemos jugar de esta manera. Si seguimos así, nosotros también ya estamos más cerca del arpa que de la guitarra”.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO
