LA PEOR PASADILLA
Sessa: 6
Moreira: 4
Fontanello: 4
Agüero: 4
Iriarte: 3
Encina: 6
Capurro: 5
Rinaudo: 4
Neira: 3
Graf: 4
Navarro: 3
Castro: 4
Córdoba: 4
Jiménez: 3
La peor pesadilla en el fútbol podría tener tres condimentos básicos: no gritar un gol, jugar mal y no ganar. Gimnasia, o al menos ver a Gimnasia, es un mal sueño. Un mal sueño que se repite todas las noches, que cambia la lógica y los protagonistas pero siempre termina mal.
Ayer el Lobo cambió sus caras, intentó con otra estructura táctica y también fracasó. Si esta historia fue un fracaso es justamente porque el equipo no sabe cómo. Para ganar hay que saber cómo hacerlo y este Gimnasia no tiene ideas. Se cansa de pasar la pelota pero le tiene pánico al arco de enfrente.
Muchachos, los rivales no son tontos. Piensan, regulan y pegan. El equipo de Zubeldía hizo la más fácil: nos dio la pelota y esperó. Después, cuando el cuero empezó a quemar en los pies de nuestros jugadores, se propuso ganar el partido. Nadie va a pagar más caro algo que de por si es barato. Lanús tenía en el bolsillo más de quince mil argumentos para llevarse los puntos, pero con dos o tres mangos vino al Bosque y pudo hacer los mandados sin problemas.
Después empiezan las preguntas y los planteos: “Que se vaya Cocca”, “que pongan huevos los jugadores”, “que se vaya Gisande”. Todos tienen responsabilidad. Todos somos todos: los jugadores, los dirigentes, el cuerpo técnico y NOSOTROS también. No podemos aplaudir a Encina porque corre y gambetea. Es verdad, fue el mejor, pero esas cosas no se aplauden.
Hay que aplaudir un Gimnasia grande, un club con ambiciones, un equipo que crece. Lo demás no sirve.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO
