Un día nacieron los representantes y los grupos inversores y todo se desvirtuó. Ya dejaba de ser sólo un partido de fútbol. Todo se convirtió en un negocio. Hoy en día, un club de Primera División, para mantenerse vivo, necesita vender jugadores para cubrir sus egresos y ser redituable. Aproximandamente el 35% de los ingresos vienen de estas operaciones (5% por venta de entradas, 10% cuotas sociales, 20% derechos televisivos y 30% otros ingresos como publicidad).
Está claro que los mayores beneficiados son los llamados clubes "grandes" por tener una mayor exposición a nivel mundial. Es por eso, que se dedican a captar estrellas de otras canteras, comprarlos a sumas realmente ridículas, explotarlos un poco, hacer de vidriera y luego venderlos en millones a mercados como el europeo que siempre andan en busca de craks. Un juvenil, con buen asesoramiento de su representante, se queda con un porcentaje (entre el 2 y el 5%) y el club de origen se reserva una parte del pase por futuras ventas. Negocio redondo para todos, menos para el fútbol local.
Para poner un ejemplo, Boca ganó entre 1999 y 2008, sólo con la venta de Tevez, Riquelme, Burdisso, Coloccini, Ledesma, Marinelli, Maidana y Boselli, alrededor de 75 millones de dólares (sin contar a Gago y su pase al Real Madrid). Todos estos jugadores no fueron surgidos en Boca, sino comprados a semilleros (Argentinos, All Boys, Newells, Los Andes).
Por otro lado, River para cubrir el déficit de 21 millones de pesos del Balance en el 2006 vendía parte del pase de Gonzalo Higuaín, Belluschi, Juan Antonio, Augusto Fernandez y Mussachio. Además cedería por 3,5 millones el porcentaje de 16 juveniles a un grupo inversor. También recordado es cuando el año pasado resignó parte del porcentaje de Barrado, Nico Domingo, Abelairas y Gustavo Fernandez para pintar el club!
Pero todo esto es estadística, hoy todo cambió, River y Boca pasaron de sacar mega estrellas que ganaban campeonatos solos, a mal vender jugadores de inferiores para poder sacarse un poco la soga del cuello con sus multimillonarias deudas, sus crisis digerenciales y las interminables disputas de sus hinchadas por un lugar en los negociados de los clubes. Ojo esto no pasa solo en los dos más grandes del fútbol argentino sino que es un mal generalizado que se explicita en la mayoría de los equipos.
¿Cuántos Racing más necesitamos para darnos cuenta que el fútbol sufre? el fútbol sangra por la herida, el fútbol fecha a fecha, campeonato a campeonato va perdiendo categoría, prestigio, de una de las ligas mas competitivas del mundo, con más atractivo y pasión.
Había una vez, en que el fútbol se convirtió en un negocio, en una puja de intereses económicos y políticos, en el negocio de unos pocos que se hacen ricos a costas de jóvenes promesas. Digamos basta y no dejemos más que nuestro fútbol quede en offside...
Por lo menos así lo vemos nosotros
MF
Por lo menos así lo vemos nosotros
MF
