DIARIO INTIMO DE DIEGO
¡Ufff! Pasó el primer partido y por suerte ganamos.
No me acuerdo de haber estado tan nervioso en mi vida, quizás cuando debuté en Argentinos, en aquella final en México o en épocas de problemas de salud en los que, entre otras cosas, me enfrenté a la muerte. Pero lo del sábado fue terrible.
En esos momentos, de ansiedad total, me preguntaba a mí mismo por qué me sentía así, y la verdad que la única respuesta que se me ocurría es que tengo mucho por demostrar, tengo mucha presión encima, principalmente porque casi nadie confía en mí. Es más creo que los únicos que sinceramente creen que vamos a llegar lejos son Dalma, Giannina, el loco de Mancu, el Cabezón y algunos periodistas (que seguramente me bancan por los favores que me deben).
Afortunadamente el Gringo trajo tranquilidad rapidito. ¡Qué grande el Gringo! Ese sí que es de fierro. ¡Cómo le hicimos la cama al Coco en Beijing! Uy, me fui de tema. Bueno, decía, qué cabezazo.
Si la gente supiera que la jugada esa, de Walter cortinando al más alto de ellos y Heinze entrando por atrás, me la contó el fenómeno de Milito cuando junté a los del Inter y les consulté sobre alguna jugada preparada copada que les haya enseñado el nabo de Mourinho.
Después del abrazo con Diego (claro, había sido suyo el gol) y el festejo, me sentí más aliviado, no sólo por la victoria transitoria, sino también por los panqueques de la prensa que iban a decir: “jugada preparada de Diego”, “el equipo tiene trabajo” y ese tipo de gansadas.
Después, el trámite del partido lo manejamos nosotros gracias a Lío que estuvo imparable. A Messi sí que lo motivé minutos antes. Estoy podrido que lo comparen con el tema del Barcelona, ¡el mérito de hacerlo jugar en la Selección como en su club va a ser mío viejo!
Los cambios fueron obvios: Burdisso para aguantar, Milito porque le debía una y Maxi por la Bruja que está muerto, destrozado.
¿Y ahora que hago con estos coreanos pedorros? Mancu y el Negro no conocen ni a Park, y yo los videos no los banco, muy aburridos.
Creo que dejo todo como está y listo: Jonás de 4, Maxi por la Bruja y arriba sostengo al Carlitos del pueblo, así no tengo riesgos.
Después sigo, el excitado del Chino me toca otra vez la puerta de la habitación para…
GI
