¿FUNCIONAMIENTO?
Más allá de mi casi inexistente identificación con Alejandro Sabella y su filosofía de juego, jamás interpreté a la Argentina como un equipo sólido, ordenado, ofensivo, agresivo y que despliegue buen fútbol.
Desde sus inicios, el entrenador sintió la incomodidad de pretender armar su equipo de atrás para adelante y privilegiar el aspecto defensivo (máxima de su escuela) pero se vio ante la obligación de colocar a Messi, Higuaín, Agüero y Di María.
Flojo de convicciones, Sabella decidió ceder y armar un extraño once titular con cuatro defensores (que no transmiten seguridad), un inexplicable mediocampo con tres jugadores: cinco clásico (Mascherano), otro cinco pero recostado a la derecha (Gago) y un casi delantero a la izquierda (Di María). Más los tres de arriba. Desequilibrio, desorden y falta de funcionamiento.
Durante todo el ciclo, la Selección de Pachorra se tornó "Messi-dependiente" y el buen juego y las asociaciones brillaron por su ausencia. De hecho, ¿se imaginan este equipo sin Lío? ¿No les da la sensación que podemos perder con cualquiera (¡siendo Argentina!)?
De esta forma, a horas del debut oficial de la Copa del Mundo, el equipo arriva con más dudas que certezas, con un cuestionado funcionamiento y prendiéndoles las velas al posible salvador, Messi. Como Bilardo en el 86, como un mediocre.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MENOTISTA