NO QUEDA OTRA: SOLDADO DE SABELLA
Haciendo un brevísimo análisis del equipo, el seleccionado llega a tierra brasilera con el mejor ataque del mundo moldeado totalmente por este Cuerpo Técnico. Recordemos que AS (Antes de Sabella) Messi “no era el del Barcelona” y, de la mano del menotismo, la Selección fracasó en todos los torneos disputados con la Pulga desde 2006, sumando papelones indignos de nuestra historia como el 0-4 con Alemania, el 1-6 con Bolivia o la inefable Copa América 2011 de local.
Completan el plantel un mediocampo de dudosa fortaleza (inteligente convocatoria de Enzo Pérez sobre la campana), una defensa que brinda relativa seguridad y un arquero que, sin continuidad en su club, se dispone a disputar su segundo Mundial de titular.
Con este material disponible sabemos que iremos a Brasil a arriesgar, a jugar palo por palo como en teoría les gusta a los menotistas. Paradójicamente, o no tanto, son quienes haciendo gala de su incoherencia esencial ahora no les interesa tener un equipo ofensivo sino una defensa sólida (?).
Más allá de gustos propios y análisis individuales, de esta simple revisión, se desprende el objetivo natural del seleccionado nacional: jugar 7 partidos o, dicho de otra forma, llegar a las semifiniales. El objetivo máximo es, aunque improbable, obvio.
La esperanza crece porque al comparar con idénticos certámenes anteriores contamos con una ventaja: sabemos fehacientemente que Sabella es Bilardista. Trabajador incansable del resultado y pragmático por definición propia, Alejandro es un DT que camina abrazado junto a nosotros en el hermoso placer de analizar todos los aspectos del juego, del reglamento, del rival, del contexto y competir al máximo, sea con el 70% de la posesión o buscando goles desde el lateral cuando el pequeño tamaño del campo de juego así lo requiera; desprovistos del narcicismo propio de los líricos.
Así, con esta confianza de camarada, de compañero, de hermano, nos embarcamos junto a Alejandro en la máxima competición de fútbol del mundo.
Trabajo, esfuerzo, pasión, humildad. Y a confiar en el mejor discípulo de BilarDIOS.
¡¡VAMOS ARGENTINA!!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO BILARDISTA
