-Alegre: ¡Qué hermosa tarde! ¡Cómo brilla el sol! ¡Qué lindo
nuestro once! Son hermosos, la fisionomía de cada uno de mis guerreros me
obnubila. Y qué decir de su juego… son poesía para mis sentidos. Esos músculos
centelleantes por el sudor, la fuerza troyana que emanan desde el alma, la
pasión de ir cual toros salvajes por el objetivo de sobrevivir… ¡hoy soy más
Alegre que nunca! ¡Cuántas sensaciones invaden el humilde cuerpo de este dt!
-Burruchaga: ¡¡¡La puta madre que los re parió a todos!!! ¿Por
qué no se hacen atender por un neurocirujano de simios, manga de resucitados?
¿Qué les corre por la venas? ¿Jugo de tomate frío? Me van a dejar ciego. ¿Qué
quieren? ¿Qué me pegue un corchazo? ¿¿Eso quieren?? ¡¡¡Me re cago en su displicencia,
en su inexistente sinapsis neuronal, en esta tarde de mierda y en la recalcada roncha de mi vieja!!!
Por lo menos así lo vemos nosotros.