ARGENTINOS 2 VÉLEZ 1
Te hiciste el ‘pibe Greenpeace’ y rescataste a un cachorrón
de la calle. La alegría no te duró más de 15 minutos, o sea el tiempo que tardaste
en llegar a casa la tarde que decidiste darle un hogar. El bicho es divino.
Come, juguetea, se revuelca, pero tiene una pequeña particularidad: también
caga. Y no sólo que caga, sino que re contra re caga. Tu alfombra beige parece
un dálmata de tantas marcas que el forro le dejó. Pero bueno, tomaste una
decisión y tenés que hacerte cargo. Hay días en los que el chobi parece ganarse
un boleto a la mierda, pero hay otros -como el sábado- que reafirman que
el pulgoso merece permanecer en el lugar. Algo parecido a lo que genera el equipo de Borghi,
que tiene momentos en los que se caga en cualquier lado y momentos en los que aguanta y demuestra que está para quedarse.
Por lo menos así lo vemos nosotros.