LANÚS 2 BOCA 2 Hay cosas que sorprenden. Cuenta la historia que el 15 de Marzo del 44 A.C., un grupo de senadores romanos asesinaron a Julio César en Pompeya. El Dictador perpetuo del Imperio Romano, antes de morir, reconoció entre sus asesinos a Marco Bruto, quien fuera uno de sus más profundos aliados. Estupefacto, aunque consciente ya de su destino ineludible, el histórico militar dedicó a su ex amigo y protegido unas últimas palabras que luego serían inmortalizadas por Shakespeare en la obra que lleva el nombre del propio Emperador. Es que Julio César podía esperar que le fallaran Cayo Casio o Lucio Cornelio, pero jamás él. De ahí nace la célebre frase: "¿Tú también, Bruto?". Quién sabrá lo que pasó por el cerebro de Julio César en esos instantes antes de morir. Pero probablemente haya sido algo parecido a lo que sintió Bianchi (que curiosamente sucedió a un Julio César) cuando vio quién lo dejaba afuera del campeonato. Porque el bruto esta vez no fue Caruzzo, ni el Chiqui Pérez. Esta vez bruto fue quien venía sosteniendo hasta lo último el sueño boquense. Bruto esta vez fue Orión.
Por lo menos, así lo vemos nosotros.
