Desde que el Papa es argentino suceden cosas extrañas en nuestro fútbol. No sabemos si tendrá que ver con la directa influencia de Su Santidad Francisco o con un resurgimiento de la fe católica en el país, especialmente en la gente del fútbol. ¿Cómo se explica que Olimpo haya ganado tres partidos seguidos? ¿Que San Lorenzo esté puntero? ¿Que haya ocho equipos con chances matemáticas de ganar el título faltando dos fechas? ¿Que Ramón Díaz dé conferencias de prensa todas las semanas hablando peor que Zulma Lobato borracha a altas horas de la madrugada?
Sucesos extraordinarios que sólo ocurren en el fútbol argentino. Pero ojo al piojo, que hablamos de “extraordinarios” y no “milagrosos”. Milagro es otra cosa. Milagro es lo que pasó en el partido entre Central y Racing. Milagro es que Hauche haya hecho un gol.