La Real Academia Española emitió un comunicado en el cual reconoce una nueva acepción para el vocablo ‘Cauterizar’.
El significado más popular venía de la medicina. ‘Cauterizar’ una herida implica la cura de esta por medio de una quemadura, que puede realizarse con sustancias químicas o un objeto caliente, como un fierro. Es común, por ejemplo, la cauterización de una vena nasal para detener el sangrado crónico.
Pero a la vista de las situaciones desperdiciadas por San Lorenzo anoche, el diccionario de la lengua española admite, de ahora en más, denominar ‘cauterización’ a la “acción y efecto de ejercer presión sobre un juvenil apellidado Villalba para reemplazar a un goleador de mayor envergadura, de apellido Cauteruccio”.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
