Guardás alguna duda sobre si Sociología es la carrera para vos, estudiar te está costando, pero basta que tu viejo te diga que lo tuyo son los números para seguir intentando entender a estos tipos que dicen la misma cosa de mil maneras diferentes. Te bochan igual. No te cierra tu pareja actual, pero basta que un amigo sugiera que deberías pensar en separarte para que broten de vos argumentos inesperados en favor de seguir así. Pero volvés a tu casa y te peleás de nuevo. Es incómodo recibir consejos cuando no los pedís. Aunque sean razonables, oportunos y pertinentes. Quizás era algo que pensabas, pero cuando lo dice el otro... Vos no sos de esos que se dejan llevar por el otro. Pero hay algo mucho peor: estar jugado, probar hacer lo que sugieren y que las cosas salgan bien. Entonces tu satisfacción queda empañada por el horrible sentimiento de tener que dar la razón. Mirar a tu viejo y decir "sí, estudio Administración", Decirle a tu amigo "ok, tal vez, necesito separarme". O gritar un gol de Caneo después de que te pidieron que lo pusieras todo el partido.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
