Sinceramente tener que hablar de estas cosas en el año 2013 es un verdadero despropósito, pero como todo el mundo sabe la discriminación es una problemática irresoluta que afecta a muchísimas personas que se ven menoscabadas en su integridad moral y, a veces, hasta física.
La lucha librada por centenares de organismos a lo largo y ancho del mundo ha servido muchísimo para limitar y acotar los actos segregacionistas que recayeron históricamente sobre de alta vulnerabilidad.
Por suerte, esa corriente ha llegado a la Argentina y con mucho atino, también al fútbol. Así fue como hemos visto en varias oportunidades partidos detenidos por cánticos racistas de una hinchada a otra, incluso se ha llegado a descontar puntos. Sin embargo, todavía no hemos logrado que los pobres muchachitos del Sur ingresen al boliche de los grandes, quedándose peleando siempre en la puerta.
Por lo menos así lo vemos nosotros.