La palabra “clásico” puede admitir diferentes significados, de acuerdo al contexto y a la forma de empleo. Algo puede considerarse clásico porque pertenece al universo de lo culto, por ejemplo: “Mozart es un clásico”. También, porque algo es insustituible: “Voce abusó es un clásico de los casamientos”. Además, el término designa algo que se asemeja a un modelo tradicional, así escuchamos “te cagan a patadas, es un clásico equipo uruguayo”.

En diccionarios más novedosos podemos observar que el vocativo “clásico” también se utiliza para expresar una competencia deportiva anual de relativa importancia, por lo que San Martín de San Juan-Godoy Cruz sería un clásico. Más aún, la decimocuarta acepción “clásico” se señala algo inevitable, como es “que Obolo te haga dos goles es por el clásico culo de Palermo”. Y más, “clásico” significa también a una conducta que se repite, tal como “un clásico de la AFA es bombear a los equipos chicos”. Y “clásico” es además algo esperable “ que San Martín no pueda ganar es un clásico”. O, finalmente, para calificar un recurso habitual: “Es el clásico texto que dice de todo y no dice un carajo”.