En ocasiones dos hechos que parecen ajenos entre si terminan por parecerse y se establecen paralelismos inesperados.
El partido entre el Sabalero y el Bicho terminó siendo igual a Shrek. En la peli todo el protagonismo se lo lleva un burro que causa mucho gracia, en Santa Fé pasó lo mismo.
Gigliotti la clavó dos veces e hizo un penal insólito tocándola con la mano en su propia área. Así como en el cine, en el Cementerio de los Elefantes el burro se llevó todas la miradas.
Por lo menos así lo vimos nosotros