Los partidos duran un tiempo determinado, y deben jugarse hasta que el árbitro decida finalizar el mismo. Suele suceder que cuando uno está jugando bien y está cerca de embocar la pelotita el partido pasa muy rápido y en un pestaneo termina, en cambio, si te cascotean y tu arco corre riesgo permanentemente, el tiempo parece detenerse y los minutos parecen horas, es por eso que en honor a todos los hinchas de Tigre que miraban la hora cada un minuto esperando que termine, les regalamos un relojito de arena para la próxima.
Por lo menos así lo vemos nosotros.