UNIÓN 1 BOCA 2
Era un jugador tremendamente resistido. Por más que alternaba buenas y malas siempre era el apuntado por todos.
Sin lugar a dudas era un pibe que todo le costaba mucho. Le costaba pensar, le costaba levantar la cabeza, le costaba definir, le costaba hablar, ¡le costaba jugar al fútbol!
En este mismo blog Pablo Mouche ha sido burlado y hasta defenestrado. Pero hoy finalmente, después de mucho tiempo e interminables puteadas, le encontraron la utilidad para el bien de Boca, para que de una vez por todas le sirva de algo al Xeneixe.
¿De qué hablamos? Nicolás Blandi, el autor del segundo gol bostero, confesó que usó los botines que le regalo Mush antes de irse a Turquía.
¡Pablito Mouche: el tiempo te dio la razón!
Por lo menos así lo vemos nosotros.