Nada, nada, nada de nada demostró el equipo. Si no hubiese sido por Marchesin, pasábamos un papelón en la casa de los hermanos sabaleros. Lo que había visto en los amistosos era para ilusionarse, se veían cambios de posiciones y actitudes. Pero jugando por los puntos, volvimos a ser ese equipo tibio y dubitativo que no sabe a lo que juega.

La presencia de Valeri en cancha siempre es, para mi, motivo de ilusión y de esperanza. Tan equivocado no estuve. Fue el único que siempre intentó y se mostró para recibir la pelota, pero no pudo encontrar nunca un socio. Porque Regueiro dormía en zona de off side, porque el paraguayo Ayala parece haberle pesado el debut por los puntos y porque Pizarro ya sabemos lo que es. El sabalero siempre fue más durante los 90 min, los volantes creativos siempre aparecieron por detrás de los volantes centrales granates y generaron un sinnúmero de ocasiones de gol casi siempre abortadas por Marchesin. 

Tenemos seis días para trabajar y revertir esta situación. La misma que arrastramos desde los últimos tres años, con algún veranito en el medio. Ayer el DT desbordado por la situación, tal vez tomado por sorpresa por la falta de actitud y malos rendimientos de algunos jugadores, decidió suicidarse y meter cinco delanteros. Cosa que no garantiza en lo más mínino ser ofensivo. Ayer quedó evidenciado que no todo era culpa del DT anterior. Esto recién comienza y espero que la situación cambie. Sólo queda apoyar y alentar para que todo se haga más fácil. El viernes volvemos a vernos las caras en la fortaleza. 

P.D.: Velázquez por favor volve al rojo, o anda a racing con tu rubia!!!

Por lo menos así lo siento yo.

ADELANTADO GRANATE