VOLVIMOS... ¿VOLVISTE?
Y si señores, a este grupo de
adelantados que son explotados cruelmente por los ambiciosos y avaros dueños de
este blog, no les quedó otra que retomar las notas…
Con abstinencia de fútbol y aburridos
de ver a Federer ganar otra vez, fumarnos a Bonadeo haciendo tomas de taekwondo
y mirar ese pedorro deporte que se hace llamar béisbol…volvemos al ataque.
Ahora si, hablando en serio, muchos se preguntarán
qué
hace la foto de Alfredo Dagna en esta nota. La respuesta es muy sencilla: el tema de la semana es el club y la dirigencia. Tratando de dejar de lado todo juicio (negativo o positivo) que uno pueda tener respecto a esta Comisión Directiva, me gustaría plantear una pregunta que espero sea motivo de debate y comentarios.
¿Cómo se mide la eficiencia en la gestión de una
Comisión Directiva?
Algunos tal vez podrán decir “por los títulos que
gana o los resultados que obtiene”, otros podrían argumentar “por la gestión en
el club en cuanto a instalaciones, estar al día con los jugadores, etc.”. Lo cierto es que cuesta encontrar ambas cosas en el
fútbol argentino. Sobrados son los ejemplos de grandes ganadores con inmensas
deudas y pequeños perdedores con sus cuentas al día. ¿Qué vale más en este mundo?
Si de Olimpo hablamos, nos encontramos con un club
financieramente sano, con jugadores bien pagos, buenas instalaciones pero
magros resultados. Y en definitiva señores, a opinión de este hincha, a la hora
de gritar “que se vayan todos” sólo nos fijamos en esto último: LOS RESULTADOS.
¿Es esta una defensa a Dagna? Para nada, creo que uno
de las grandes deficiencias del club es no contar con dirigente que sean
idóneos para la gestión, para la negociación, para persuadir a buenos jugadores
que formen parte del plantel, para poner orden cuando era necesario y sobretodo
para ejercer liderazgo cuando era lo que mas escaseaba. Y lo pagamos caro…una
nueva temporada en la B Nacional.
Hubo y hay pocos dirigentes que tuvieron y tienen la capacidad de
combinar ambas cosas: gestión y resultados y es por eso que siempre vamos a
extrañar a Ledo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO