Gimnasia le ganó dos a cero a Almirante Brown en el bosque,
pero otra vez tuvo un rendimiento flojo, de escaso nivel y parece que se le
hace costumbre. En un partido malo, trabado, de poco juego colectivo, se impuso, casi por inercia, a un rival que
mostró pocas ideas para acercarse al arco de Monetti.
Bien podría hacerse el análisis del partido desde el
resultado. Entonces diríamos que Gimnasia ganó bien, hasta merecidamente puede
agregarse, que estuvo sólido en defensa y que hizo dos goles, lo que en este
contexto, no es poco. Decir eso, no
implica alejarse de la realidad pero, en cierto modo, sería mentirse o mirar
para otro lado. El equipo de Troglio jugó, una vez más,
un mal partido, que abrió con un gol de casualidad tras un rebote (por fin algo de suerte) de De Blasis, cuando casi no había llegado al arco rival.
un mal partido, que abrió con un gol de casualidad tras un rebote (por fin algo de suerte) de De Blasis, cuando casi no había llegado al arco rival.
Nuevamente se vio un equipo lento, sin cambio de ritmo, ni
ideas para atacar. Gimnasia se repite en los pelotazos de Monetti
para que alguien la baje de cabeza y de ahí empezar a general algo. Ver una
pared o una triangulación, es casi una utopía. El partido pintaba para un cero
a cero que rozaba el bodrio, sólo la suerte cambió el rumbo, aunque Gimnasia
tampoco mejoró demasiado. El rendimiento fue bajo duramente todo el partido y
se definió hacia el final con una buena jugada de Altobelli. Bien el 9, mucho
esfuerzo y ganas, aunque a veces no alcanza. Que el gol no nos haga dudar, hay
que buscar un delantero sí o sí que, por lo menos, asegure 10 goles. Es fácil
escribirlo, pero no encontrarlo.
Las matemáticas indican que quedamos a 9 de Quilmes y que en
un par de fechas deben venir al bosque. La lógica indica que futbolísticamente
estamos mucho más lejos, y que hoy, la posibilidad de pensar en un ascenso, es
tan difusa que casi no se ve.
Pensar en el futuro preocupa. Se deberá armar un equipo
competitivo con pocos recursos, primero para que se quede Pedro y segundo para
pelear, en serio, la chance de volver. En el plantel hay buenos jugadores que
es necesario que se queden, pero hay otros a quienes la puerta de salida los llama
¿Nombres? Viola, Vittor, Marangoni, De Blasis, ¿Capurro?, Vargas, Mendoza. No
hay que bajar los brazos, pero tampoco se puede improvisar, hay que pensar que
el futuro puede no ser el pensado, y se impone la necesidad de proyectar, verbo
que a veces en Gimnasia, cae en desuso.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO