CONDENA PERPETUA
Diego Abal puede ser un ladrón o un hijo de puta, también puede entrar,
cómodamente, en ambas categorías. ¡Ojo! Que no es lo mismo. Hay ladrones que
son buenos, Robín Hood por ejemplo, e hijos de puta que no son ladrones, como
el cura bufarrón Grassi. También existe la posibilidad de que sea un cagón, aunque
uno cree que en un determinado nivel de profesionalismo no hay escenario,
presión, calendario o miedo que valga.
No vengo a presentar estas líneas como un discurso lacrimógeno, ni a esgrimir
teorías conspiratorias que justifiquen la ubicación en la tabla de posiciones o
en la de promedios de Huracán. El globo hizo un buen encuentro, nos chorearon
al no darnos un penal gigantesco (a la vista de todos) y cuando validaron dos
goles ilegítimos, por ese motivo nos
quedamos con las manos vacías.
¿A mí que mierda me importa que Central merezca el triunfo? Central se
merece ganar en buena ley y no con la complicidad de un ladrón cagón hijo de
puta. Es como cuando la yuta mata a un pibe y en la tele aparece la madre
diciendo que el chico era tan bueno, tan inteligente, con tanta vida por delante. ¿Qué significa
eso? ¿Qué si era un maldito está bien que la gorra le haya cagado un tiro en la
frente? No tiene nada que ver, ni unos ni otros merecían ese destino cruel. Acá
pasa lo mismo, ¿desde cuándo el futbol es merecimiento? Todos esos que dicen
que Central mereció ganar se quedaron afónicos cuando Caniggia se empomó a los
brasileros en el 90, nadie se acordó del merecimiento del team verdeamarelo. Obvio que no me tengo que ir 22 años atrás para
reflejar lo que quiero decir, pero entiendo que es un ejemplo bastante
ilustrativo.
“Bueno che, no es para tanto” dirá usted si no es quemero y no ha vivido en
carne propia lo que fue este torneo de la B Nacional para Huracán. Porque el problema no es
un arbitraje, la situación que aquí se presenta es bastante más dramática si
consideramos que Abal es uno solo de un grupo de muchachos que de Brazenas a
esta parte han dañado mucho al globo. Solamente este año, con lo frágil de mi
memoria (y la vagancia que implica la búsqueda) puedo contar 5 partidos que nos
han hecho sangrar el culo los árbitros (Atlanta, Instituto, Boca Unidos, River,
Central) es decir, un fin de semana cada tres. Como para no tener motivos suficientes…
Esto no significa que Huracán sea una maquina a la que están saboteando, el
equipo quemero tiene muchísimas limitaciones, muchísimas, por eso que no nos
cobren un penal o que nos anulen un gol valido puede rápidamente desmoronar
cual intención de triunfar, o empatar, un partido.
Ahora Diego Abal fue “parado” y el fin de semana no le va a hacer daño a
nadie, pero Huracán tiene una larga historia de árbitros que no dirigieron más
como el Sargento Giménez o Brazenas; o bien, árbitros que luego terminan siendo
parados sin que nada cambie. Ya esta bien de agarrársela siempre con el más
boludo, estas podridos, queremos ver futbol donde los protagonistas sean los
jugadores y el resultado se determine en la cancha no en la AFA.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO