Previo a alcanzarse los 324 puntos de rating y los -4 puntos de fútbol, en Avellaneda, la dirigencia había llegado a su último recurso: "Que los jugadores se sientan como jugando en el potrero, vamo' a inundar la cancha!". Aún así, Gio se la pasó rodando por el piso mientras Migliore hacía tiempo. Al costado de la cancha, el hombre-de-niebla Caruso, canchereaba como capitán del Titanic (apuntando al iceberg más cercano), y el Coco intentaba manotear el timón de su "Costa Concordia"... De tanto vapor de los dos lados, el partido quedó en pardas.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
SB