Dicho célebre si los hay en las obras de Opera. Hasta que cante la gorda no se termina el show. Y eso lo entendimos muy bien… 

Rivoira declaró “estamos vivos”, y a entender de este fundamentalista Aurinegro, lo estamos. 

Olimpo salió a la cancha con una sola idea en la cabeza GANAR y se comprometió con ese objetivo. Luchó todo el partido y tuvo las mejores alternativas de gol. 

Con un Rolle que fue creciendo de menor a mayor llegando casi a su mejor nivel (hecho luego confirmado por el gol) fue durante todo el encuentro un claro dominador y hubiese sido un justo ganador. Pero por esas cosas del destino nos tuvimos que conformar con llevar a Bahía solo un punto. 

Muchos me dirán, ese empate no sirve, seguimos en descenso directo. Es vedad, pero ese punto a mi entender sirve…y mucho. Porque nos devuelve fuerza anímica, porque nos paramos frente a un duro rival en cancha visitante y supimos ser superiores y sobretodo porque nos demuestra que se puede. 

Próxima parada Banfield. Último en la tabla de posiciones. Un partido que no sólo no podemos perder sino que tenemos que salir a ganar, al igual que ayer, pero con la diferencia que los tres puntos tienen que quedarse en casa. 

Vamos muchachos…vamos que todavía la gorda no cantó.