21 de Marzo de 2020. RECORD, sí señores, ¡Messi lo hizo de nuevo! A sus 32 años, el astro argentino convirtió su gol 1.263 y superó a Pelé, quien dejó de ser el máximo goleador de la historia del fútbol mundial. Aunque hay que destacar, que el brasilero había contado 100 goles que hizo en la playa con amigos, 232 que hizo en el metegol de la concentración del Santos, y 2 que le hizo a su señora una noche borracho en el campo.
Para repasar la trayectoria de este fenómeno tenemos que remontarnos a sus inicios en el FC Barcelona, donde Lionel Messi convirtió 906 goles. Años más tarde, movido por su amor por Diego Maradona (y por los billetes) pasó por el Al-Tatiza para ser dirigido por el Diego, el Ferguson de Qatar, en donde ya lleva 9 años como DT. Allí convirtió 344 goles en 120 encuentros, con un promedio de casi un Hat-Trick por partido, por lo que se llevó más de 100 pelotas y decidió ponerse un casa de deportes en el centro de Dubai. A los 30 años, en el 2018 pasó por el Lecce de Italia sin convertir ningún gol en los 2 años que duró su estadía, hasta ahora que decidió volver al país que lo vio nacer, para jugar en el Newells de Marcelo Bielsa, que pelea por ascender en el apasionante torneo de la B Nacional y donde ya lleva convertidos 13 tantos en 4 partidos.
Luego del encuentro disputado el sábado contra Ferro, Lio declaró: "Me siento muy orgulloso de haber pasado a Pelé, a pesar que no me siento tan cómodo metiendo goles, logré romper uno de los últimos records que me faltaban. Gracias a todos los que me apoyan y nunca se olviden que a pesar de los 1.262 goles... Pelé debutó con un pibe". Franco y frontal, fiel a su estilo, Lío dejó atrás ese perfil retraído que solía tener cuando era joven. Desde que llegó al país Lío concurre como panelista al Show del Fútbol, el 10 está mucho más suelto, de la mano de Fantino y Ruggeri se cansó de comerse las "S" y de lanzar frases polémicas como la recordada: "Iniesta es sanata" o como cuando afirmó que "Guardiola es un pelado botón, el vestuario lo manejaba Dani Alves".
Impresionante lo de Lío, que a pesar de llevar 16 años jugando en la Selección y no cantar el himno ni haber ganado un Mundial, el tipo se cansó de hacer goles en todos los equipos donde jugó, salvo en el Lecce, donde cansado de la delantera se puso los guantes de la portería. Un ídolo muy particular, que en estos últimos años de su carrera reparte su tiempo entre el fútbol, la televisión y su mujer, la reconocida periodista Viviana Vila.
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