Está finalizando el mes de enero y la pretemporada está llegando a su fin. Como se dijo en notas anteriores, es prematuro sacar conclusiones determinantes y criticar lo visto hasta aquí parece apresurado, pero de a poco se puede empezar a opinar e ir volcando cómo se aprecian los hechos.
Pasada la excursión de Independiente por Mar del Plata podemos asegurar que el principal objetivo del cuerpo técnico era la puesta a punto en el aspecto físico. Algo complicado de evaluar por ahora. En un tiempo, viendo al equipo y los posibles lesionados, se verá si el resultado fue positivo.
Ahora bien, en cuanto a lo futbolístico, más dudas que certezas.
Todo indica que el 4-3-3 no funciona. La defensa entrega muy pocas seguridades, personalmente Tuzzio de lateral no termina de cerrarme.
El medio entrega limitada recuperación (generalmente a cargo del destacado Fernando Godoy) y nula creación de juego: Fredes no parece cómodo en ese polémico mediocampo y Ferreyra, desde su arribo al Rojo, hizo escasísimos méritos para ser titular.
Hablando de “escasísimos méritos para ser titular”, Defederico de extremo derecho mostró más intermitencia que desequilibrio. En tanto Patito tiene buenos momentos pero está muy alejando y Parra lo mismo pero sin la habilidad del 10 como para sacarse un tipo de encima, dentro de esa desesperante soledad.
Lo peor de todo es que, con la llegada de Farías, Ramón Díaz optaría por el clásico 4-4-2, ¿entonces para qué se practicó el 4-3-3 si en el año no jugará así?...
Con San Lorenzo, Boca y Racing se vio un tibio e inofensivo Independiente, se aprecia muy poca planificación futbolística por parte del entrenador, ¿será ¡¡Emiliano Díaz!! el encargado de abrirle los ojos al director técnico?...
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO