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minutos 13 segundos marca el cronómetro de la pantalla de Fox Sports, son las
8:46 de la noche y una vez más me encuentro totalmente decepcionado mirando a
mi querido Independiente.
Y digo “decepcionado” no solo por el resultado (contundente 0-2 para la Liga de Quito) sino por el juego, mejor dicho por la ausencia total de juego.
El Rojo puede perder en Ecuador, claro, incluso por esta misma diferencia de dos goles, pero es realmente inadmisible que Ramón Díaz haya decidido olvidarse de la iniciativa y de todo tipo de idea ofensiva desde el primer minuto.
Volteo mi cabeza hacia la tele nuevamente (ahora van 73:23), el entrenador riojano consultando qué hacer con ¡Emiliano Díaz!... Me pregunto, ¿qué le puede decir el joven Emiliano (eso sí, muy bien trajeado…) que no le pueda decir yo, o vos, amigo lector de “Un Metro Adelantado”?
Minuto 75: tiro libre para Independiente, se hace cargo Defederico, quien envía el centro tan largo, que pica directamente afuera, a metros del segundo palo. Encima Mariano Closs gritando “ah bueno, ah bueno”. Clara imagen de este deslucido, amarrete, timorato Rojo.
Bueno, dejando de lado estos flashes informativos “en vivo”, reitero el concepto fundamental: el equipo no jugó a nada, no mostró ambición en ningún momento en su excursión por Quito y a Ramón Díaz le importó un pomo (para no ser malhablado) la gloriosa historia de Independiente.
Y digo “decepcionado” no solo por el resultado (contundente 0-2 para la Liga de Quito) sino por el juego, mejor dicho por la ausencia total de juego.
El Rojo puede perder en Ecuador, claro, incluso por esta misma diferencia de dos goles, pero es realmente inadmisible que Ramón Díaz haya decidido olvidarse de la iniciativa y de todo tipo de idea ofensiva desde el primer minuto.
Volteo mi cabeza hacia la tele nuevamente (ahora van 73:23), el entrenador riojano consultando qué hacer con ¡Emiliano Díaz!... Me pregunto, ¿qué le puede decir el joven Emiliano (eso sí, muy bien trajeado…) que no le pueda decir yo, o vos, amigo lector de “Un Metro Adelantado”?
Minuto 75: tiro libre para Independiente, se hace cargo Defederico, quien envía el centro tan largo, que pica directamente afuera, a metros del segundo palo. Encima Mariano Closs gritando “ah bueno, ah bueno”. Clara imagen de este deslucido, amarrete, timorato Rojo.
Bueno, dejando de lado estos flashes informativos “en vivo”, reitero el concepto fundamental: el equipo no jugó a nada, no mostró ambición en ningún momento en su excursión por Quito y a Ramón Díaz le importó un pomo (para no ser malhablado) la gloriosa historia de Independiente.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO
