Por si quedaban dudas de que este equipo es cosa seria, ayer pasamos por arriba a Lanús, en su canchita. Y más allá de la victoria, Boca fue contundente y jugó claramente mejor que el conjunto de De Narvaez, perdón, perdón, de Schurrer. El supuesto "cuco" del campeonato no llegó al arco, ya que esta versión del xeneize muestra un equipo muy compacto, sacrificado y rápido, que presiona y desactiva cada intento de ataque del rival. Tanto es así que el gol granate vino por una gran jugada personal de Juan Manuel Insaurralde, a mi modesto entender, el único burro que tenemos en la cancha. A esta altura estoy sospechando que el DT lo pone para que el partido sea más parejo. Qué bueno que es Julio, hasta piensa en el rival.
Pero volviendo a la cuestión de fondo, este equipo es cosa seria, y hay que reconocer que el Emperador ha sido fundamental. Quisiera destacar su inteligencia para adaptarse, cosa que muy pocos técnicos hacen. Por cuestiones de ego fundamentalmente, por estas épocas suena casi imposible que un DT deje de lado su librito, y Julio lo hizo. Se adaptó a un 4-3-1-2 y eliminó ciertos vicios mezquinos que solían mostrar sus equipos. Y no solo eso, sino que le dio toda la confianza y seguridades del caso a Román. Esas actitudes, sumado a la calma que se supone reina en el vestuario tras la ida del otro ídolo (Palermo), son, según el modesto juicio de quien suscribe, los ejes de este buen momento. Al grupo se lo ve unido y comprometido, cosas que hace mucho no se veían y por algo será que esto coincide con el gran momento futbolístico del equipo.
Así está Boca, transformado en el candidato número uno al título, aunque falte un montón, aunque esa responsabilidad pese demasiado y nadie la quiera llevar. Nosotros nos hacemos cargo, porque somos los más grandes, lejos, por encima de todos...
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE