CON LOS DE UNA MANO NO ALCANZA
Ni uno, ni dos, ni tres, ni Reebok, ni Nirvana… Seis goles!! Seis fechas!! Sextos en el promedio!! Una docena de carne y seis de jamón y queso; y no se me ocurre más nada con “seis” así que hasta acá llegó la lista.
Se fue el finde, con un Tomba erguido, superior, de buena racha y con un público con las gargantas gastadas de tanto gritar. Pasó un partido en el que no alcanzaron los dedos de una mano para contar los tantos convertidos, ni para contar los muchachos que se lucieron en el Expreso. Volvió el gol del Rifle, “volvió” nuestro 5 pura sangre, volvió un llamadito de selección (teléfono Pipa!! Atendé!!), volvió la solidez de la línea de fondo, dura como gambeta de Palermo, y volvió a disfrutar 90 minutos en cancha el Loquito Ibañez, que ya ni se acordaba como era esto de no pasársela en el banco.
El Expreso había arrancado a puro nervio, sin encontrarle forma ni a la pelota ni a la cancha y mucho menos al partido. Así llegó el gol del Albo, que lo sentí como una patada de resignación en la nuca, pero Da Silva percibió la desconcentración en sus 11 y atinó a gritar un “muchahos es un bolo de fulbo, no una guinda!!”, y el León que está de 5 se despertó, gambeteó a dos y metió un centro de esos que terminan en la red, dando inicio al proceso de inversión tortillística que tomó lugar en El Malvinas. El resto del partido fue como poner a Schumacher y a Federer a cantar un hit de The Pimpinella Brothers… Algo increíble, causante de descorches varios y posteriores accidentes de tránsito aéreo. Set y pitazo final mediante, los muchachos de Floresta emprendieron su retirada. Sigali, luego del partido declararía: “Ahora tenemos una nueva cábala… meter más de 5 goles por partido”... Trascendente lo del 2.
Entre copa y torneo nacional, 5 partidos invictos. Esperemos que pasada la fecha que viene, no me alcance con los dedos de una mano.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TOMBA
Se fue el finde, con un Tomba erguido, superior, de buena racha y con un público con las gargantas gastadas de tanto gritar. Pasó un partido en el que no alcanzaron los dedos de una mano para contar los tantos convertidos, ni para contar los muchachos que se lucieron en el Expreso. Volvió el gol del Rifle, “volvió” nuestro 5 pura sangre, volvió un llamadito de selección (teléfono Pipa!! Atendé!!), volvió la solidez de la línea de fondo, dura como gambeta de Palermo, y volvió a disfrutar 90 minutos en cancha el Loquito Ibañez, que ya ni se acordaba como era esto de no pasársela en el banco.
El Expreso había arrancado a puro nervio, sin encontrarle forma ni a la pelota ni a la cancha y mucho menos al partido. Así llegó el gol del Albo, que lo sentí como una patada de resignación en la nuca, pero Da Silva percibió la desconcentración en sus 11 y atinó a gritar un “muchahos es un bolo de fulbo, no una guinda!!”, y el León que está de 5 se despertó, gambeteó a dos y metió un centro de esos que terminan en la red, dando inicio al proceso de inversión tortillística que tomó lugar en El Malvinas. El resto del partido fue como poner a Schumacher y a Federer a cantar un hit de The Pimpinella Brothers… Algo increíble, causante de descorches varios y posteriores accidentes de tránsito aéreo. Set y pitazo final mediante, los muchachos de Floresta emprendieron su retirada. Sigali, luego del partido declararía: “Ahora tenemos una nueva cábala… meter más de 5 goles por partido”... Trascendente lo del 2.
Entre copa y torneo nacional, 5 partidos invictos. Esperemos que pasada la fecha que viene, no me alcance con los dedos de una mano.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TOMBA