“90 minutos claves”, “marcarán un punto de inflexión” y “envión
anímico” son las frases que uno puede leer y escuchar en los medios masivos
argentinos.Pero yo quiero ir un poco más allá, a lo profundo. Cuestiones intrínsecas que exceden un partido de fútbol puntualmente.
Es verdad que el encuentro de hoy en Brasil es importante, no lo discuto, pero desde este espacio a menudo recordamos que lo trascendental es la filosofía, la idea de juego que hace muchísimo tiempo Independiente no tiene.
Desde que Antonio Mohamed asumió en el Rojo, se desconoce el rumbo del equipo, dicho en idioma de popular, no se sabe a qué juega… Facundo Parra lo expresó con extrema claridad la semana pasada: “Nos faltó de todo”… Mientras que el Turco promete: “jugaremos mejor” (personalmente tengo ese deseo hace un año).
Algo que caracteriza este ciclo (de ahí la carencia de identidad) son los permanentes cambios, la falta de planificación. En su momento, que primero la Libertadores, que después del Campeonato (por el bajo promedio), los sistemáticos cambios tácticos, de nombres, etcétera.
Por estos días, continúa ese desconcierto. El partido de ida: 3-4-1-2; el de vuelta: 4-4-2. ¿Por qué no mantener la táctica que prefiere Mohamed (3-4-1-2) y. si se quiere defender, simplemente retroceder unos metros?
En fin, el enfrentamiento de hoy es importante, claro, pero más aún es tener claro quién es uno, hacia dónde se dirige y cómo lo quiere hacer.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO
