Llamado a la Reflexión:
Hace ya un tiempo me llamé al silencio. Hoy hablo desde el corazón de un hincha, pero muy en el fondo desde el corazón de un argentino. Fue de los meses más duros de mi vida, aunque les cueste creerlo, no estoy exagerando. Ese 26 de junio no lo voy a olvidar nunca en lo que me quede por vivir. Desde la tristeza, el descontento, la incomprensión, la desidia, la verguenza y la desesperación.
Más allá del resultado futbolístico, de la condena histórica, de la mancha indeleble sobre el manto de gloria, me fui con miedo, miedo a la sociedad argentina. Ésto que orgullosos y vanagloriados llamamos "folklore" es el cáncer de este pueblo. Estamos llevando la pasión al borde de la intolerancia de la otra persona, forjado por la violencia y el desprecio mutuo.
En ningún momento dejé de leer o de escuchar las opiniones de todas y cada una de las personas que participan de este blog. Como uno de los fundadores del sitio, me llena de orgullo participar del proyecto.
Le quiero dedicar una frase a una persona que comentó en varias notas este último mes y atacó a la redacción de este humilde blog: "la envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente". Si queres criticar la falta de contenido anotate en un club literario o metete al blog de Borges.
Creo que es hora que como argentinos nos demos cuenta lo insignificantes que somos. Nos creemos tanto y somos tan poco. Sabemos, hablamos, opinamos, podemos y ostentamos de todo. La realidad nos muestra otra cosa, como decía Perón "la única verdad es la realidad". Damos lástima como sociedad, tenemos tantos recursos y potencial a nuestro alcance y tan poco para ofrecer. Vivimos de nuestra historia, pero no aprendemos de ella. Cometemos los mismos errores, pero no somos capaces de cometer los mismos aciertos.
Perdón por mezclar cosas que no debería, pero la sociedad y la política están podridas. El fútbol no es más que una expresión de la sociedad. No quiero ser hipócrita, pero los argentinos somos hipócritas: hypocrisis, del latín "fingir", "actuar". Pretendemos ser otros que no somos, los mejores, ganando todo antes de jugarlo, sin un digno rival; pero luego nuestro asombro es grande cuando sucumbimos derrotados frente al más débil. No sólo eso, desmerecemos al ganador, "ser buenos es fácil, lo difícil es ser justo" dijo Victor Hugo.
Ni teniendo al mejor jugador del mundo podemos ganar. ¿Por qué? No encuentro la respuesta. Hoy van a decir que hablo con el diario del lunes, con los resultados puestos. Somos egoistas, pensamos en nuestro propio interés. El fútbol es un juego de equipo, Argentina es una ensalada de egos. Como sociedad estamos acostumbrados a perder, somos amigos de lo negativo, de la división, de la multiplicidad de opiniones y de escuchar muy poco, nada.
El fútbol no está en crisis. La sociedad está en crisis. River se fue a la B. Argentina quedó nuevamente afuera por penales en una competencia.
Radicales. Peronistas. Socialistas. Macri. Alfonsin. Pino Solanas. Kirchner. River. Boca. Ricos. Clase Media. Pobres. Campo. Gobierno. Estado. Empresas. Traten de juntar todas esas palabras, si pueden. Algunas son agua y otras aceite. Eso somos los argentinos, algunos agua y otros aceite, nos devoramos entre nosotros. Mientras tanto todos se ríen de nosotros.
Bienvenidos a la Argentina, tierra de envidiosos y casa de hipócritas.
Bienvenidos a la Argentina, tierra de envidiosos y casa de hipócritas.
MF