Sábado clásico: después de una tarde futbolera amateur, terminé viendo el partido con dos amigos tatengues. Indignado, luego de mi estrepitoso grito de gol (código de hincha: gol en casa rival ajena, no se grita) uno de ellos dijo: “eso es fútbol”. Minuto más tarde, el triste comentarista de la televisión pública, parafraseó lo mismo.Esto es así, y por eso es el deporte más lindo del mundo. Todo es relativo, desde el resultado hasta el juego. Algunos podrán decir que “el pincha” jugó mejor y mereció ganar. Otros dirán que Colón planteó bien el partido. La verdad, no sé. Si hilamos fino -y la pelota en el travesaño de “la gata” o uno de los tantos cabezazos hubiera entrado-, capaz nos metían cuatro. ¿Fue suerte? Quizás sí, pero los postes están y los errores también. Error que el sabalero no perdonó. Dos “pif” consecutivos y una reacción tardía de la defensa, le permitió al eterno “bichi” Esteban Oscar Fuertes clavarla allí, donde duele: fuerte, abajo, a la “ratonera”. Con el resultado a favor, “el negro” tuvo que aguantar; era clave que se pase el primer tiempo. Nos igualaron, pero el línea -contagiado de los errores de Estudiantes- levantó la bandera.
El segundo tiempo fue distinto, ellos se acercaban sin tanta claridad y nosotros de contra tuvimos algunas ocasiones. Hasta que -ya desmoronado el esquema táctico local y los recurrentes pelotazos al “9” Desábato- Damián Díaz conectó un contragolpe bien hilvanado por Higuaín y decretó el definitivo 2-0.
En conclusión: a mi me gusta jugar bien y tener la pelota, pero más me gusta ganar. Está claro que soy más bilardista que menottista. Actualmente diría que soy más mourinhista que cruyffista. Mario ¿Vos qué sos?.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO SABALERO
