La impresión que deja este final de campeonato es que Gimnasia está derrotado y no ofrece respuestas.
Más allá de las pequeñas dosis de optimismo a veces es necesario parar la pelota y pensar que tampoco la necedad es el camino. No se puede tapar el sol con la mano, no es posible escribir páginas enteras sustentadas en las ganas, el amor por la camiseta y el aguante de la gente.
Para mantener la categoría hay que ganar. Eso es clarito como el agua y lo único que se ve en los partidos del Lobo es derrota en estado puro. Gimnasia pierde desde que Graf sale a la cancha presentándose como la opción de gol. Así no se puede.
La culpa Morant no la tiene pero tampoco es boludo. Si se queda al frente de este plantel va a ser el tipo que en la estadística mandará al Lobo al descenso y, como el Flaco no tiene la seguridad del arribo de buenos refuerzos, prefiere seguir formando a los pibes. Yo haría lo mismo; de hecho los pendejos de este club son orgullo nacional.
Hoy con All Boys hay que ganar. No sabría decir cómo, pero ganar.
Al margen: luego del partido del último viernes y producto de un hecho confuso murió Maximiliano Goñi, un tripero que se acercó hasta Avellaneda y terminó encontrando la muerte en el Hospital Fiorito después de ser baleado.
Según trascendió en las últimas horas, nada tuvo que ver la gente de Racing pero habrá que investigar en profundidad y encontrar al culpable cuanto antes.
De todas maneras, fue una noche terrible. El tren de vuelta de la gente de Gimnasia llegó a La Plata a las cuatro de la mañana luego de una infinidad de hechos de violencia en Quilmes y Berazategui con hinchas de otros clubes y la policía.
Esto también es parte del fútbol argentino, esto también debería ocupar la atención de algunos sicarios de los medios masivos como así también de los supuestos paladines de la justicia.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO
