Casi nada cambió.
La modificación de entrenador entre Daniel Garnero y Antonio Mohamed no fue notificada por el plantel de Independiente.
El Rojo sigue siendo un equipo mediocre, chato, sin fútbol y vulnerable.
Frente al ordenadito Olimpo fue una prueba más de ello.
Carlitos Matheu (luego de una larga lesión) volvió al gol, tras un tiro de esquina, y el juvenil Carlos Salom le dio un baño de realidad a los de Avellaneda y concretó el empate a segundos del final.
Independiente piensa en la Copa Sudamericana. Los de Bahía en salvarse.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
GI
