Luego de cuatro partidos sin victorias y la eliminación de la Copa, el Taladro parecía haber perdido el rumbo, pero en la noche Quilmeña volvió a la vida, apareció ese juego efectivo que tantas alegrías le dio a sus hinchas en los últimos años de la mano de Julito Falcioni. Una prolija defensa, un buen trabajo del mediocampo y la vuelta al gol de Ramírez decoraron el 2-0 final.
La víctima fue Quilmes, que no le alcanzó con el cambio de técnico (debutó Leonardo Carol Madelón) y, aunque faltan 26 fechas para que termine la temporada, el equipo del sur de la provincia de Buenos Aires ya está condenado al descenso. Hinchas y jugadores de luto, de hecho ayer decidieron jugar todos vestidos de negro.
Por lo menos así lo vemos nosotros.
RC
