Pasaron más de dos meses del comienzo de esta novela, las declaraciones de Riquelme siempre fueron claras con el correr de las semanas. Que yo soy de Boca, que me quiero quedar acá y retirarme con esta camiseta, que si los dirigentes quieren esto se resuelve en cinco minutos, etc etc. Por el lado de la comisión directiva solo se escuchó tímidamente alguna voz diciendo que la idea era renovarle a los tres históricos (Seba, Martín y Román) pero también hubo voces diciendo que no iban a hipotecar las finanzas del club para ello.
Al principio el malo de la película era Román, se dijo que iba a cobrar 10 palos verdes, que no le importaba el club, etc... sin embargo el contrato termina siendo de una cifra cercana a los 1,2 millones por año. No muy lejos del millón que se lleva Palermo con sus casi 37 años y, sin lugar a dudas, con un rendimiento muchísimo menor del que puede aportar el 10 que, más allá de las lesiones, es un jugador que sigue en la plenitud de su carrera.
Un Macri que no se cansa de hacer méritos para quedar definitivamente afuera de la carrera por la presidencia de la Nación, vería con buenos ojos la posibilidad de replegarse en Boca en los próximos años. Por lo tanto, y a través de su grupo de servidores que forman parte de la CD bostera (Daniel Angelici, Carlos Ben y Oscar Ríos entre otros) se inició una movida interna y externa (a través de los medios) para sacar a Román del club y venderle a la gente que "la culpa la tiene Riquelme". Pero con el correr de los días la lucha de poder de la comisión directiva salió a la luz: se llegó a suspender una reunión de comisión por el tono que había tomado la misma; se dieron a conocer ridículas cláusulas del contrato que se le había ofrecido al jugador; aparecieron en los medios declaraciones del tesorero macrista afirmando que Boca no debía firmar un contrato tan honeroso (cuando en 2007 Mauricio pagaba 2 millones de dólares por un préstamo de 4 meses nadie abría la boca...).
Hoy tras una ajustada votación en la que el propio Ameal tuvo que desempatar la cuestión, se aprobó el contrato preacordado con los representantes del jugador y en las próximas horas Riquelme estaría estampando la firma. Este parece ser el final de la novela más larga del año. Donde como en toda novela triunfa el amor, los hinchas de Boca y los admiradores del buen fútbol pueden estar tranquilos que los domingos en la Bombonera seguirá dando funciones el artista de la pelota!
Hoy podemos afirmar que el fútbol está habilitado!
Por lo menos así lo vemos nosotros.
RC
