Lucchetti: 5
Cellay: 4
Caruzzo: 6
Insaurrlade: 4
Méndez: 4
Medel: 5
Battaglia: 6
Clemente: 3
Escudero: 4
Palermo: 3
Viatri: 7
Cañete: 4
Mouche: 3
Araujo: 4


El domingo fui a la cancha con la ilusión de ver por primera vez a este equipo que se está armando hace ya un par de meses.

La alegría solo duró 20 minutos, donde al equipo se lo vio sólido, con actitud, moviendo la pelota y llegando por los costados, tal es así que Boca se pone en ventaja con una jugada que arranca Méndez por derecha, que corrige Clemente por izquierda y la definición del nueve goleador, no, no, no es el Titán, es Lucas Viatri.

Después empezó otro partido. Perdimos la pelota y no la agarramos más en todo el partido. El equipo se hizo largo, el medio estaba partido, los carrileros perdidos, la linea de tres hacía agua.

Borghi dijo hace unos días dijo que la clave del equipo es el número 1259. Y la verdad que si tengo que rescatar a cuatro tipos de los catorce que se pusieron la camiseta el otro día, esos son: Lucchetti (1) que no tuvo nada que ver en los goles; Caruzzo (2) que fue el más prolijo y claro de la defensa; Battaglia (5) que demostró ser el tipo más inteligente del equipo, robando pelotas como un pulpo y tratando de clarificar un poco el juego; y Viatri (9) que jugó un par-ti-da-zo, no solo clavó un golazo, sino que pivoteó, jugó en muchos momentos en posición de enganche, aguantando la bocha, tocando, bajando pelotas, partido casi perfecto. Entonces la realidad es que la columna vertebral del equipo está, pero tienen que jugar bien los once, sino no alcanza!!!. Por lo tanto, si la linea de tres sigue dando ventajas, hay que poner uno más; si Clemente le falta un mes para ponerse bien físicamente, hay que sacarlo;  si Méndez no puede jugar de carrilero y no se da cuenta que no puede tirar un lujo cada vez que toca la pelota, hay que mandarlo al banco o meterlo de cinco; que si Pichi Escudero sigue demostrando que no es enganche, sino un simple mediapunta, no lo podés dar más la responsabilidad de armar juego; y que si el doble 9 no funciona (pero claro, cómo va a funcionar un doble 9!!! dónde se vio eso???) hay que poner a un tipo por afuera y sacar al goleador que menos rinde. Sí, digo bien, al que menos rinde, y no como hizo el domingo donde sacó al goleador más fácil de sacar.

Después de estos dos primeros partidos Borghi se debería empezar a dar cuenta que esto es Boca, acá no hay tiempo, y que tiene dos opciones: o se casa con su sistema y con los jugadores que hoy parecieran intocables, o asume riesgos, empieza a tomar decisiones, le pese a quien le pese, y quizás así pueda terminar escribiendo una nueva página en la gloriosa historia del club más grande del mundo. Bichi, bienvenido al mundo Boca!

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